- Hoy es 31 y yo debería estar en
Chiapas. Las cosas no se dieron para que sea así pero de todas formas sigue
siendo frustrante. Era lo que le iba a dar a este viaje el perfil que le
faltaba, la presencia casi inocente en ese aniversario tan fuerte.
- Faltan pocos
minutos para el fin de ano. La Mujer que Parece un Hombre tira monedas para
leer el I Ching de Nacho (cuando vuelva tengo que hacer el de los evangelios).
Ya han pasado mis
masajes de pies, y el Tigre Bebé está dormido y saciado. La Mujer Niña está
contenta y la Mujer Glifo está aburrida y pide Rolling Stones.
Hace siglos que Chiapas está ahí, entre las montañas azules donde los chiapanecos son como colibríes, pequeños, nerviosos, tejidos con los colores del quetzal y de la tierra. Hace siglos porque el tiempo ya no existe para ellos como un suceso. Los mayas, sabios, descubrieron el secreto de la eternidad. Van y vienen de este mundo y se confunden con los aluxes que también saben. Yo voy a ir a Chiapas, y voy a llegar aunque no llegue. Voy a estar aunque no me veas, aunque deje de escribir en este lugar y en los otros lugares. Y vos podés ir conmigo. Sólo se trata de transgredir ciertas leyes estúpidas como toda ley; no vamos a lastimar a nadie. Transgredir, sin dañar. Si deberías estar en Chiapas, vas a estar.
ResponderEliminarGracias por el animo Maria, gracias. De a poco fui redimiendo la tristeza y entendido algunas otras tantas cosas (aunque sea mirando a Chiapas desde un poco mas cerca, es decir mirando a Mexico y lo que anda precisando Latinoamerica).
EliminarCon gusto, fuerza y todo lo otro haria con vos el viaje a Chiapas: el de regreso, el de partido, el que va y viene desde el centro. Ya nos encontraremos, como siempre, por coincidencias.