martes, 28 de enero de 2014

13/01/2014

Sentado en la puerta de un teatro encontrado casi accidentalmente, y aun meditando sobre lo sucedido en la ceremonia, veo desde acá el monumento a la revolución y el campamento que le han obligado a esconder a los maestros. Cuando lo atravesé no encontré a nadie para hablar y preguntar, alguien que contradijera la versión que me dieron los policías apenas reconocí el campamento.
Fue, como preveia, una visión infiel a cualquier predicamento político pero regio con las necesidades económicas ("Las plazas de los maestros son heredadas, por eso no quieren la reforma" "Aquí el problema es que suben mucho los precios y los salarios se quedan ahí tantito")
Pero ese policía cito a Venezuela, la suba del 10% del salario mínimo y no se si antes o después me dijo algo irreversible: "Claro que cuando el pueblo se alza pues... no hay nada que hacer"

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